Hoy en día hay pocas
personas se toman el tiempo para realizar un presupuesto. Muchos no ven el
valor de hacerlo, otros simplemente no tienen ningún deseo de restringir sus
hábitos de gasto, pero el no presupuestar puede provocarles grandes dolores de
cabeza.
Con esto en mente,
no debería sorprender a nadie que el número de quiebras individuales aumente
día con día entre quienes no toman medida al utilizar su dinero.
Las personas que han
llegado a un punto en nuestra sociedad donde compran por impulso sin tener idea
de las consecuencias suelen tener desequilibrios notorios entre sus ingresos y
sus egresos, y frecuentemente descuidan cuestiones prioritarias.
Con el fin de
revertir esta tendencia, las personas tienen que ser más responsables con sus
patrones de gasto. Entre las mejores herramientas para ayudar a una persona a
lograr este comportamiento es realizar un presupuesto.
Presupuestar es hacer un calculo anticipado de lo que puede
costar una obra o un servicio; y dicho de otra manera podría definirse como la
previsión de los gastos e ingresos estimados para un determinado periodo de tiempo.
Tanto para las
finanzas personales como para las de la empresa, hacer planes y presupuestar es
una práctica sana que puede ayudarle no solo a sobrevivir en una mala
racha, sino a prosperar incluso a pesar
de los malos tiempos.
Hasta la próxima!
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